servintviLas lágrimas son el recorrido que deja el vino en las paredes de la copa después de que lo sirvamos o que agitemos la copa. Dicho recorrido forma un surco en el vidrio, semejante al de una lágrima derramándose por la mejilla, de ahí su nombre. Aunque esta denominación es diferente en función del país. Por ejemplo, en Alemania son conocidas como “ventanas góticas” o en Francia e Inglaterra las llaman “piernas”.

Las lágrimas del vino se observan en la fase visual de la cata. Concretamente tienen lugar cuando movemos el vino por la copa haciendo movimientos circulares. Tras realizar esta acción, quedan gotas de vino que se deslizan por las paredes de la copa con esa forma tan singular de lágrimas.

¿Porqué aparecen?

Detrás de este fenómeno hay mucha más ciencia de lo que se podría pensar en un inicio. Las lágrimas de vino aparecen debido al denominado Efecto Marangoni. Estas se encuentran formadas por agua y alcohol. El alcohol modifica la tensión superficial del agua haciendo que este líquido se quede pegado en las paredes. Según se vaya evaporando el alcohol y crezca la proporción de agua, la densidad de esta mezcla irá aumentando por lo que comenzará a deslizarse hacia abajo formando estas características lágrimas.

¿Qué nos indican las lágrimas?

Contrariamente a la creencia popular, las lágrimas de vino no indican la calidad del vino, sino que están relacionadas con la graduación alcohólica. En los vinos con mayor concentración de alcohol se formarán lágrimas más fácilmente.

Esto también puede ocurrir con los vinos que contienen una mayor cantidad de taninos y azúcares, lo que explicaría por qué las lágrimas aparecen más frecuentemente en vinos tintos y en vinos dulces.

Por ejemplo, una lágrima densa que se desliza lentamente sobre la copa de vino nos indica de que estamos ante un vino untuoso, con cuerpo y que tiene bastante alcohol. En cambio, una lágrima más ligera que caiga rápidamente nos habla de que nos encontramos con un vino con poco cuerpo y bajo contenido alcohólico.