La Denominación de Origen Conca de Barberà cerró ayer por la tarde el ciclo de catas virtuales 'CONCArim' que se ha ido celebrando durante las últimas semanas.

La Denominación de Origen Conca de Barberà cerró ayer por la tarde el ciclo de catas virtuales 'CONCArim' que se ha ido celebrando durante las últimas semanas. La última cata, llamada "La añada 2020, unos vinos para recordar" supuso una oportunidad única de probar las novedades de este año y conocer las diferentes historias que hay detrás de cada una de ellas.

Esta última sesión fue conducida por Ricard Sebastià, vocal de la DO Conca de Barberà, quien fue presentando las diferentes bodegas de la jornada. En este caso, la cata siguió la dinámica de las sesiones anteriores, en las que el objetivo era dar visibilidad a los diferentes perfiles elaboradores, como bodegas cooperativas, bodegas ya asentadas en el sector y también bodegas medianas o pequeñas de nueva creación.

El primer vino que se cató fue el Unic Sauvignon Blanco 2020 de Clos Montblanc. Narcís Lupon, asesor comercial de la bodega, explicó que es un vino que se elabora desde hace 15 años y que es precisamente la estética de la botella, hecha con vidrio esmerilado, su punto diferencial. "Es un vino que va creciendo en botella y que se podrá disfrutar mucho más cuando pasen unos meses. Es muy fresco, pensado para acompañar platos poco grasos como pueden ser pescados, ensaladas, pastas o entrantes", afirmó.

Mariona Rendé, propietaria de Rendé Masdéu, fue la encargada de presentar El Follet Rosado 2020. "A pesar de que es un vino que se elabora desde que empezamos el proyecto, en 2001, sí es la primera añada que proviene de la bodega nueva. Es un vino agradable, fresco, perfecto para maridar un buen arroz". Rendé, además, reveló de dónde proviene el nombre del vino y es precisamente por la ubicación de los viñedos, que están situados a pie del bosque.

El tercer vino de la jornada fue La Trompa Tinto 2020, presentado por Mariona Vendrell, copropietaria de Succés Vinícola. "Queríamos elaborar un vino con toda la frescura, juventud y singularidad que pueden transmitir los viñedos jóvenes de trepat. Tenía que ser divertido: un contrapunto al año 2020 y a toda la angustia general". Vendrell añadió que es un vino versátil y con un color muy característico, marcado precisamente por provenir de viñedos jóvenes.

A continuación, se dio paso a la bodega Carles Andreu y al vino 12@ Tinto 2020. El responsable de la bodega, Bernat Andreu, explicó que: "Su nombre, y también la imagen de la etiqueta, provienen de una libreta de 1898 en la que se especificaba una manera diferente de medir la uva. Antes no era con kilogramos sino con arrobas: una arroba es el equivalente a 10.400 kg". Sobre el vino catado, Bernat añadió que no hay paso por madera y que está elaborado con el objetivo de que la técnica no haga el vino, sino que muestre las variedades.

El último vino de la jornada fue el Pica Pedra Tinto 2020 de la bodega Vins de Pedra. La encargada de presentar el vino fue la propietaria de la bodega, Marta Pedra, quien explicó que son vinos con historias de superación detrás. "Este año las hemos querido dedicar a la Fundación Mona, que lucha por la recuperación de animales que vienen del mundo del circo; y a la Fundación Arrels, que trabaja para ayudar a los sintecho en esta situación de vulnerabilidad provocada por la pandemia". Pedra añadió que es un vino fresco y fácil de beber, hecho para disfrutar del momento sin necesitar grandes elaboraciones.

Una vez presentados los cinco vinos, Ricard Sebastià despidió la sesión, poniendo así punto final al ciclo de catas virtuales que ha contado con la presencia de un total de 18 bodegas y, por tanto, de 18 referencias diferentes. Han sido catas para grupos reducidos, dirigidos a profesionales del mundo del vino y también a periodistas especializados y prescriptores. Aun así, en total se ha contado con unos ochenta participantes que han podido conocer las diferentes referencias presentadas.