El Hotel Casa Fuster, bella sede modernista, abrirá este martes el restaurante Panot, un homenaje a la cocina catalana creada por las aportaciones de indianos, burgueses, obreros y campesinos.

El antiguo comedor de la planta noble de la familia Fuster acoge el nuevo Panot, un lugar escogido deliberadamente por su vinculación gastronómica con los primeros propietarios, y por tener una de las mejores vistas del Paseo de Gracia, que termina su recorrido de 1.300 metros a los pies del hotel.

Al frente de los fogones estará Marc Ribas, conocido en el ambiente gastronómico catalán por ser el presentador del programa de cocina Juegos de Cartas (TV3), y ganador de una estrella Michelin por Capricho, de Terrassa.

Ribas busca sacar el misticismo a gastronomía de alto vuelo. Se presenta como cocinero "porque no se hacer otra cosa", y asegura que la cocina catalana es un producto mestizo, con raíces obreras, agrícolas y burguesas.

Esta cocina, explica, se nutrió de la llegada de ingredientes y recetas de América llevados de indianos que regresaban del Caribe con grandes fortunas bajo el brazo o de inmigrantes que sólo tenían sus brazos para probar fortuna. "La nuestra es una gran cocina charnega", declara.